domingo, 19 de julio de 2009

No intentes cambiar el mundo...

miré y miré, y esto llegué a ver
lo que creía que eras tú y tu,
era en verdad yo y yo.
( antiguo proverbio)

La noticia es buena, parece que así como veo el mundo es como me lo armo, y de la misma forma, con idéntica estructura es como lo puedo desarmar.
La tendencia humana es la de pincelar el mundo de acuerdo con cuestiones internas. Los aspectos oscuros -que solemos denominar sombra- son proyectados con facilidad hacia el exterior.

Ahi va un ejemplo.

El novio enamorado- a quien llamaremos Pedro- tiene deseo, despues de un día muy nutritivo, de pasar la noche del domingo con su novia, compartiendo la cena. Toma su impulso y se invita a sí mismo a la comida en casa de su compañera..
Una parte de él mismo sabe que le asusta pasar tanto tiempo con ella, probablemente por temor a perderse a sí mismo, pero su deseo de estar con ella es mayor que el deseo de irse, sino, probablemente, se iría. Va cayendo el día y se acerca la hora y le sucede algo extraño, comienza a pensar en cosas que podría estar haciendo vinculadas con su trabajo, o llamados pendientes . Se distrae con esos pensamientos que van cobrando fuerza y va perdiendo contacto con su impulso inicial pero su deseo de permanecer con ella sigue presente aún. Como va olvidando su impulso comienza a alienarlo y proyectarlo.
La proyección del impulso es así: el deseo de cenar con su chica aún está presente en él, de modo que el deseo en sí mismo reclama atención. Pero él se aleja y va quedando impersonalizado en el aire digamos, ese "alguien quiere cenar". El problema ahora es quien es ese alguien.Para él, ya no es él! Se va molestando cada vez más con la situación y más a medida que pasa el tiempo. Lo único que hace falta ahora para completar la escena es un candidato, una persona-percha para "colgar" su propio impulso proyectado. Como un proyector lo hace sobre una pantalla blanca.
En la escena de pronto aparece la víctima, una novia que pasa inocentemente preguntando "qué cenamos? falta mucho?" Ya imaginamos la reacción...puede gritarle, enojarse, porque él siente ahora que es ella que está presionando a pasar más tiempo juntos, y además...que no hay nada que a ella le alcance!!
La proyección se completó, porque el impulso de Pedro ahora parece que viene de afuera. El lo proyectó, lo puso del otro lado de la vía y desde allí parece como si alguien, su novia en este caso, lo estuviera atacando.

Dice Wilber: "...Cada vez que una persona proyecta algún impulso se siente presionada, siente que su propio impulso se vuelve contra ella desde el exterior. Además ,y aquí es donde la mayoría de los lectores parpadearán con incredulidad, toda presión es resultado de un impulso proyectado..."
"la proyeccion es la base de la percepción, El mundo que ves es lo que tú has puesto en él. Es el testimonio de tu estado mental,la imagen exterior de tu estado interior. Tal como un hombre piensa,así percibe. Por lo tanto,no intentes cambiar el mundo,opta por cambiar tu manera de pensar el mundo."

Y qué pasaría si la novia efectivamente estuviera presionando?
La sigo en el próximo escrito, mientras tanto , se los dejo para que se diviertan.

Un cariño,
Inés.