Inés Devoto
Psicóloga,egresada UBA. Formación gestáltica,ensueño dirigido, psicología transpersonal.
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Lic.Inés Devoto
domingo, 19 de febrero de 2012
la millonésima
"Durante treinta años , un grupo de científicos se dedicó a estudiar las colonias de monos que habitaban diversas islas, separadas entre sí, en las inmediaciones de las costas de Japón. A fin de hacer que los monos bajaran de los árboles para poder estudiarlos de cerca, los investigadores solían arrojar batatas en la playa a modo de cebo, y cuando los monos acudían a saborear el almuerzo gratuito, tenian ocasión de observarlos en detalle cómodamente. Un buen día, una mona de dieciocho meses llamada Imo se acercó a lavar su batata en el mar antes de comérsela; tal vez porque sabía mejor limpia de arena o de pesticidas, o quizá adquiria de ese modo un ligero gusto salado que resultaba agradable al paladar. Imo enseñó a hacer esto a sus compañeros de juegos y a su madre, sus compañeros se lo enseñaron a las suyas y paulatinamente fueron cada vez mas los monos que empezaron a lavar sus batatas en lugar de comérselas rebozadas de arena.Al principio sólo las hembras adultas , a imitación de sus crias, aprendieron a hacerlo, pero poco a poco otros aprendieron también.
Al cabo de un tiempo, los científicos se dieron cuenta de que todos los monos de la isla lavaban sus batatas antes de llevárselas a la boca. Pero, aún cuando éste era de por si un hecho significativo, fue aún mas fascinante descubrir que aquella alteración de la conducta no se habría producido en esa isla únicamente, sin que, de pronto, los monos de todas las demás islas habian empezado también a lavar sus batatas a pesar de que nunca había existido contacto directo entre las colonias de monos de unas islas y otras." ( Ken keyes jr.,del libro "el millonésimo círculo",Shineda Bolen)
Se adjudica el nombre de centésimo mono ( en este caso simbolizado por la mona Imo) al hipotético integrante que anónimamente hace inclinar la balanza de forma decisiva para la especie, aquél que marca un cambio de conducta que afecta e imitan todos los demás de su grupo.
Hay seres que marcan un cambio de rumbo, mínimo, casi a veces imperceptible. Otros son el centésimo. Creo, por lógica, que no sucedería el número cien sino antes estuvieran todos los números restantes anteriores.
Hoy vinculo y pienso en Susana Trimarco y el coraje de esta mujer persiguiendo y sosteniendo la causa y el único objetivo de encontrar a su hija, Marita Verón.
Creo que el caso es públicamente conocido, y me dan ganas de invitar a todos y a cada uno a seguirlo. Está vinculado a la trata de blancas y el armado de organizaciones de explotación de mujeres y niñas .
En el camino sucede el armado de su fundación y el hecho de que cinco personas fueron rescatadas.
Trece acusados.
Dice Shinoda Bolen; "...el centésimo mono alienta la esperanza de que cuando un número decisivo de personas transforme su actitud o su comportamiento, la cultura en su totalidad se transformará..." y agrega
"...para que la cultura humana cambie, para que exista el centésimo mono- es necesario un equivalente de imo y sus amigos, pues sólo de esa manera podrá el patriarcado incorporar, por un lado, la sutil sabiduría y compasión asociadas al aspecto femenino de la humanidad, y por otro, la sabiduría indígena que implica una conexión con todos los organismos vivos del planeta, y llegar de ese modo a un equilibrio..."
Tal vez Susana sea la millonésima que incline la balanza, para el lado del coraje, el compromiso, de la denuncia y el valor.
Capaz con otras cosas también.
ojalá copiemos, como los monos, todos tu conducta.
un saludo
inés.
domingo, 1 de mayo de 2011
la ecuanimidad
martes, 21 de diciembre de 2010
Deseos de 2010
“...Ojalá podamos tener el CORAJE DE ESTAR SOLOS y la valentía de arriesgarnos a estar juntos,
porque de nada sirve un diente fuera de la boca, ni un dedo fuera de la mano.
Ojalá podamos ser desobedientes, cada vez que recibimos órdenes que humillan
nuestra conciencia o violan nuestro sentido común.
Ojalá podamos merecer que nos llamen locos, como han sido llamadas locas las Madres de Plaza de Mayo,
por cometer la locura de negarnos a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria.
Ojalá podamos ser tan porfiados para seguir creyendo, contra toda evidencia,
que la condición humana vale la pena, porque hemos sido mal hechos, pero no estamos terminados.
Ojalá podamos ser capaces de seguir caminando los caminos del viento,
a pesar de las caídas y las traiciones y las derrotas,
porque la historia continúa, más allá de nosotros,
y cuando ella dice adiós, está diciendo: hasta luego.
Ojalá podamos mantener viva la certeza de que es posible ser compatriota y contemporáneo
de todo aquel que viva animado por la voluntad de justicia y la voluntad de belleza,
nazca donde nazca y viva cuando viva, porque
no tienen fronteras los mapas del alma ni del tiempo...”
de Eduardo Galeano
( palabras de agradecimiento al recibir el premio Stig Dagerman en suecia,septiembre de 2010)